La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir toma la iniciativa ante la problemática del mejillón cebra

16 September 2014

Tras la detección de esta especie invasora en el embalse de Iznájar y de Bermejales, el Organismo ha puesto en marcha medidas de prevención y control para evitar su propagación por un importe de seis millones de euros

El comisario de Aguas de la CHG, Rafael Álvarez, explica a los usuarios del Guadalquivir las medidas a implantar en la cuenca contra el mejillón cebra

El comisario de Aguas de la CHG, Rafael Álvarez, explica a los usuarios del Guadalquivir las medidas a implantar en la cuenca contra el mejillón cebra

16 de septiembre de 2014.- La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, está impulsando nuevas medidas de control y prevención ante la presencia del mejillón cebra en la cuenca del Guadalquivir.

Tras la visita realizada la pasada semana por el comisario de Aguas del Organismo, Rafael Álvarez, a algunas de las zonas más afectadas por el mejillón cebra en la cuenca del Ebro, la CHG ha decidido tomar la iniciativa y constituir un grupo de trabajo en el Guadalquivir en el que participen todos los usuarios y administraciones implicadas. Así lo ha expuesto esta mañana Álvarez durante una reunión mantenida con Feragua, Endesa, ASA y Emproacsa, en la que se han planteado los pasos a seguir para afrontar la problemática de esta especie invasora.

Tras la realización de los primeros estudios, el Organismo de cuenca ha detectado una presencia importante de mejillón cebra en el embalse de Iznájar y, en menor medida, en el embalse de Bermejales, ambos localizados en la cuenca del Genil. A raíz de estos resultados, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir está analizando su posible propagación a otros puntos de la cuenca.

En este sentido, la CHG va a poner en marcha un paquete de medidas para el estudio de esta especie invasora, el seguimiento de su ciclo larvario, así como para la investigación acerca de nuevas técnicas de control que sirvan para combatir su presencia y evitar su propagación. Estas actuaciones de prevención y control, que se desarrollarán en el marco del Programa Life Watch, cuentan con una inversión prevista de 6 millones de euros y un plazo de ejecución de dos años. Este proyecto no sólo comprenderá la problemática del mejillón cebra, sino que se extenderá a la prevención y aparición de otras especies invasoras en la cuenca, como el briozoo y la almeja asiática.

Como principales medidas a adoptar, el Organismo implantará iniciativas para el control de la navegación y accesibilidad a los embalses afectados, principal vía de contaminación, así como el diseño y la construcción de estaciones de desinfección de embarcaciones e incluso la imposición de restricciones de uso en las zonas afectadas. Asimismo, se desarrollarán iniciativas para la gestión de la información y la divulgación acerca de la problemática de las especies invasoras con el objetivo de hacer partícipe a los usuarios y a la ciudadanía en general.

A día de hoy el Organismo ha impuesto el confinamiento de las embarcaciones en los embalses afectados, limitando su salida sin desinfección previa. Además, se están realizando análisis de control en toda la cuenca para comprobar la ausencia de contaminación, y se ha puesto a disposición de los usuarios un servicio de asesoramiento técnico para estudiar problemáticas concretas y ofrecer posibles soluciones.

EL MEJILLÓN CEBRA
El mejillón cebra, cuyo nombre científico es Dreissena polymorpha, es un molusco bivalvo de agua de dulce, similar a los mejillones marinos que pueden alcanzar unos 3 centímetros de longitud. Su concha tiene forma triangular y el borde externo romo. Posee unas bandas blancas y oscuras en forma de zigzag de donde le viene el nombre común de ¿mejillón cebra¿. Se sujeta a sustratos duros mediante una secreción denominada ¿biso¿ formando extensos racimos. Prefiere aguas estancadas y con poca corriente, caracterizándose por su tolerancia a las variaciones de salinidad y temperatura. Puede llegar a resistir de 5 a 6 días fuera del agua.